Cuando entramos, Mya, de Taiwán se me acercó y entre la confusión me miró y me preguntó
- Brenda… ¿qué es ese cuadrito plateado, adornado con flores que se ve allí?
No me quedó de otra que sonreír y decirle- mmm bueno, allí… allí esta Dios-
Pero Jesús siempre me hace sonreír y darme cuenta de que Él, sigue siendo el pastor insistente, que le brinda a los que no lo conocen, la curiosidad, la chispa, el encanto, de conocerlo y seguirlo.