A mí sinceramente, lo único que me queda es reírme. Ya que me he dado cuenta de que Dios ta loco, y no solo de amor por mí, como la frasecita, sino porque me dice a cada rato que yo le encanto. ¿Cómo yo le puedo encantar a Papá Dio? Si primero no canto mucho, en realidad voceo y segundo no soy bruja para encantar a nadie, bueno nadie sabe. Pero me quedo a veces como que “Tú me ta tripeando” ¿a mí? Bueno, y pongo una carita de duda, na pa lante, no como el gobierno.
Solo me queda abrir las manos y recibir, me siento como una florecilla convertida en clavel, que entre mi pasto descuidado (ya que no se mucho de jardinería) me recoge y sonríe. Y la gente me dice Brenda ¿cómo va a ser?, tu Dios es un coro, y yo pienso, es así, no se si Dios canta, pero como yo le encanto, hacemos un coro bueno.
Y entre la gente, que ofende, critica, busca, ilusiona, ama, sufre, se desvanece, se inconforma, se incorpora, se traiciona, no le late el corazón, escucho sus latidos, llamándome, donde a veces le digo “Viejo dame un break” , él continua, por eso pienso que él es un coro, interminable, tan musical, su voz tan simple. Habla mi idioma, donde chatea conmigo toda la noche. Y así como mi prima que tenía un novio que hablaban tanto que ella se le quedaba dormida por el teléfono, entre su amor, el novio, enamorado, escuchaba su silencio. Dios escucha mi silencio y sonríe, yo escucho el silencio de Dios y a veces siento oh ¿trancó?, y él, entre la carcajada me dice: Bren por aquí no se va la señal, lo mío no es Orange, ni Claro, ni Oscuro. Me siento querida, amada, emocionada, tan feliz, entre su corazón sabor variable, su olor que no da pituita, tan simple, demostrándome su locura que puede hasta lo imposible.
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