lunes, 3 de mayo de 2010

Después de Dios, tú.


Pocas personas

Encuentran a alguien

Con el cual ser felices

Aclarar situaciones

Brindarse apoyo

Recostar la cabeza

Tomarse de la mano

Y saber que no existe nada más perfecto

Que ese simple detalle


Abrir el alma

Con miedo

pero se abre

Confiar y aunque cueste

Uno hace préstamos con Dios

Por esa persona

Uno piensa que puede

Dar la vida

Ofrecerla en oración

Estar allí

Tratar de corregir errores

Como: prestar atención sin distraerme

Entre mis propios pensamientos


Entonces uno comienza a saber

Verdaderamente

El leguaje simple y complejo de Dios

Del amor


Y uno Ama entre el caparazón que uno muestra

Ama aunque uno mismo se vea distinto

Ama aunque el otro se equivoque

Pierda el ritmo

Se desvíe

Ama hasta hacerse entender

O no ser comprendido


Y cuando tú me miras así

De esa manera

De esa forma que me da vergüenza

Siento algo

Disparejo pero agradable

Como si Dios

Me diera

Grandes regalos

En uno solo.