sábado, 9 de febrero de 2008

SabiDuRía



Adolorida me encontraba en la silla del salón de clases. Mirando a Ana sin querer, deseando estar en otro lugar, talvez en la playa.
Ana me miro inquieta, abandonando el piano, observando a su profe con sorpresa me preguntó:
-¿Qué le pasa?
Yo sonreí recordando como se hacia y le dije
-No te preocupes, solamente, me estoy muriendo.
-Pero profe y ¿qué edad tiene?.
-20 Ana ¿Por qué?- pregunté llena de curiosidad olvidando por un instante mi dolor.
-Bueno pero uno no se muere a los 20- me dijo con tal naturalidad
-Jaaaaaaaaajajajaja ¿Cómo que no? ¿Y a que edad entonces? ¿A que edad me voy a morir?- le dije sin poder contenerme
-Oh a los 60- contestó Ana sabiamente retomando el piano.

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