sábado, 9 de febrero de 2008

BoChO






Padrino Bocho sí hace bizcocho. También hace dulces de batata con coco, muy buenos por cierto. Mi padrino es diabético, bueno toda la familia de mi papá lo es. Pero padrino Bocho tiene algo en particular que lo define. Es creador de nuevas o posibles curas para la diabetes. Y si no pues para estabilizarla. Le encantan las plantas, el cultivo, la tierra. No estudió agricultura, tampoco es medico naturista, aunque nacemos con toda clase de dones, pero siempre está oyendo por algún pajarito, una nueva formula pro-azúcar. Una vez comenzó a decir, que el ajo era la cura de todos los males. Así pasó dos meses comiendo ajo hasta por los codos. Lo hacia de todos los sabores y colores, se lo echaba hasta en el agua. Incluso trato de que su familia, quedara sano como él, pero el olor en su cuerpo a ajo era tan asfixiante, que pocos queríamos ser curados. Le pregunté a madrina su esposa, ¿y como lo saco del lío?, madrina me dijo que lo miro a la cara, sincera, y le dijo “Viejo o el ajo o yo”. Y bueno Eligió bien, le puedo decir que dejó de oler mal. Y el matrimonio bonito que llevan no fue presentado por obra y misericordia de Dios, al juez, por causa del Ajo.
Hubieron muchas formulas para la diabetes. Una de ellas fue la Zanahoria. Caro su hija, es doctora, gracias a Dios, alguien que hará razonar. Pero resulta que padrino no hace mucho caso a eso. A pesar de que hay un viejo refrán que dice “Todo en exceso hace daño”, padrino talvez entendió que hace años. Porque comió tanta zanahoria, que se volvió mamey en buen dominicano, o mejor dicho naranja, laranja, orange, en cualquier idioma, padrino podía haber sido patrocinador de esta red celular, o un buen atardecer en círculo polar ártico, que dura 24 horas sin sol.
Y bueno padrino es un caso serio, aunque es un buen tipo, hace unos chistes horribles que como quiera dan risa, tiene gestos agradables, como prepararte zumos de todos lo sabores, hasta tiene idiomas y expresiones propias y características de él, eso seria bastante difícil describirlo. Pero algo se llevan. Ya esperemos el día, en que encuentre la cura para la diabetes, y todos comamos zanahorias hasta volver la ciudad naranja. Y lo tomemos en cuenta, tanto sacrificio, tantas pruebas sin conejos de indias, pero eso será otra historia. Lo que sí puedo decir, es que es todo un personaje. Y bueno ¿Quién no lo es?

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