Jesús tú siempre nos estás hablando
lo que
pasa es que escuchamos su voz
mezclada
en nuestros pensamientos
nuestras
conversaciones
nuestras
risas
nuestros
llantos
es como
estar en un restaurante
abarrotado
de gente
y
escuchar la mezcla de voces
el
murmullo
es
imposible saber con exactitud
los
temas de conversación
de cada
mesa
al
menos que te acerques
y
escuches
Acércanos
a ti Jesús
¿Cuál
es tu mesa?
para
poder
mirarte
comer
juntos
y
escuchar al fin
la
claridad de tus palabras
quiero
sentarme sin permiso
a tu
mesa
aunque
me llamen metiche
o como
dicen aquí “come boca”
quiero
comer tus palabras
tu risa
tu mirada
cenemos
juntos
aunque
llegue sin invitación
me
sentaré contigo
te
miraré complacida
y te
diré lo feliz que estoy
de
volver a casa
escucharte
será para mí
todo un
atrevimiento.
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