sábado, 24 de septiembre de 2011

¡Vamos a darles al mundo de qué hablar!



A José y a mí nos gusta el cine, se lo puedes incluso preguntar a Fabrice, ya que siempre nos lo encontramos saliendo de alguna tanda, pero tal vez nunca conozcas a Fabrice en tu vida, quién sabe, aunque vale la pena, es un buen tipo.

Nos gusta el cine porque nos entretiene, y sobre todo porque nos sentimos bien riéndonos de las historias de otros. Hoy por ejemplo fuimos al cine, eso no es raro ya que vamos casi todas las semanas, pero particularmente este día, llegamos con una película en mente cada uno, diferentes claro. Yo en lo que hacía la fila pregunté en voz alta cuál era mejor, y un hombre me dijo “Bueno, las dos son buenas, pero ésta es mejor que esas dos”, ya José y yo en el recorrido de la fila estábamos debatiendo cuál película elegir, y bueno dije “Ya para no hacer las cosas más difíciles de la cuenta, elegiremos la que él nos dice, así nadie pierde”

La película comenzó bien, nos estábamos riendo mucho. Yo fui por una palomitas y cuando regresé me encontré con una escena bastante comprometedora para mi vista. No sé por qué, pero toda la sala se reía, sin embargo las circunstancias no eran para nada bonitas, sino más bien obscenas. Me senté, y me dispuse a cerrar mis ojos, hasta que la escena terminó, tal vez pensarás de mí “Pero que niñita, ¡vieja, madura!”.  Yo pensé para mis adentros “mmm, bueno ok, ya no pasará nada más” convenciéndome, ya que sinceramente quería ver la película y la trama era entretenida. Pero de repente volvió otra escena que me estaba haciendo mal, incluso a José también. Lo miré y le dije “Vámonos, ¿quieres?” de verdad en mi interior estaba convencida de salir corriendo de allí, pero otra parte me estaba convenciendo de que la película era buena, y qué importaba una escena de 2 min. En el trayecto mis pasos se convirtieron más firmes, salimos de allí, juntos. ¿Dinero perdido? ¿qué piensas tú?

No sé si te han pasado estás cosas. Creo que constantemente nos encontramos en una situación comprometedora, y en vez de hacerle frente al momento pues, aceptamos vivir en él, nos reímos con él, y nos dejamos convencer por él.
Muchas personas me dicen “pero Brenda! No seas tan radical! Es una película!” a veces las mujeres en especial tenemos falsas ideas del amor, por películas que nos invitan a vivirlo extrañamente y nos llenan la cabeza de disparates. Así también los hombres tienen falsas ideas de la mujer, y muchos la ven como un objeto sexual que como una perla delicada y preciosa, entonces las mujeres se quejan de que no aparecen hombres buenos. Pocos se paran del cualquier situación (no por solo una película del cine) a decir “¡No apoyo esto!”.

Muchas personas han sido rechazadas por su personalidad, su manera de ser, sus valores, lo que transmiten, pero sinceramente esas son las personas que marcan la diferencia, que trascienden, y que llaman la atención tanto para los que desean imitarlos como para los que los critican. ¡Vamos a darles al mundo de qué hablar!

Hoy, salimos del cine, ¿perdimos dinero? ¿qué piensas tú? y decidimos pararnos en el santísimo de regreso a casa, Él, nos esperaba, abierto para nosotros, como la mejor película! Clasificación A: Apta para todo público.

Y tú ¿Te atreves a darle al mundo de qué hablar?

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