sábado, 20 de noviembre de 2010

Por los aires.


Cuando mami era pequeña, es decir hace unos años, sus hermanos mayores que ella, la colocaban en una hamaca, sostenida por una soga que amarraban a un árbol y la lanzaban dentro de ella al vacío. Una y otra vez repetían este juego. Mami lloraba y suplicaba que la bajaran de allí, sin embargo sus hermanos mayores que ella se reían y burlaban de su travesura, pensado que si lo hacían muchas veces podrían quitarle el miedo. Esa era una de las innumerables aventuras que mi mamá vivió a través de sus hermanos.

Esas experiencias marcaron su niñez, impidieron a mi madre disfrutar de alguna de las cosas que hacemos de grande. Por ejemplo, hace tiempo la familia decidió ir a un parque de diversiones. ¡A mí me encantan!, pero mi mamá solo nos observaba horrorizada desde abajo. Repitiéndose en su mente: ¨Ellas están a salvo¨, mientras nos miraba con sonrisas gigantes y los brazos extendidos tratando de alcanzar el cielo. Que divertido era para nosotras, pero que espantoso para mi mamá.

Conocer a Dios a veces nos avergüenza, nos asusta, nos aterroriza. En especial su tercera persona, el Espíritu Santo. ¿Será porque nos han presentado alguien que se supone es Dios? ¿Tal vez tenemos una imagen distinta de su amor, de su aventura y decidimos no experimentar el parque de diversiones por un recuerdo pasado de ¨Dios¨? ¿Cuántas veces hemos manipulado con Dios, para que los demás conozcan a ¨Dios¨?

Recuerdo la vergüenza que me daba alabar a Jesús. Asistía a un grupo de oración pequeño, y por turnos alabábamos a Dios. Yo era la temerosa que escuchaba en silencio, deseosa de abrir mis labios, pero permanecían cerrados ¿Pasaba algo conmigo?... no, solo estaba conociéndolo, poco a poco, sin presión, él fue abriendo espacio en mi corazón, mientras se lo permitía. ¿Se imaginan si uno de los del grupo, me presionara y me dijera ¨Hey tú, la chiquita, te toca a ti¨? Creo que saldría asustada corriendo y le diría a mis padres, ¨Dios me está presionando a lanzarle algunos piropos¨ ¿Será ese el Dios que conocemos?

Dios es un tipo que nos deja libres, que nos permite conocerlo poco a poco, cuando vamos conociéndonos más y más. ¿Cuánto te conoces a ti mismo? A veces andamos buscando respuestas en otras personas, y solo nos encontramos con dudas más grandes. Incluso llegamos a perdernos entre esas dudas y decidimos que Dios, no nos conviene.

¿Cuáles son tus imágenes de Dios o cuáles son las imágenes que te han presentado? Me doy cuenta que cuando me porto mal, siento una mirada frente a mí ¨justiciera¨ recriminando mis acciones. ¿Será esa mi mirada, la cual equivoco con la de Jesús? Muchas veces me ha pasado, pero poco a poco voy pidiéndole un cambio de escenario. Ya no quiero vivir con mis ideas de una hamaca y unos hermanos ayudándome a ser grande, quiero más bien montarme en su montaña rusa, y descubrirlo allí, sosteniendo mi corazón y sonriendo por la gran aventura de estar vivos en ¡él!

No hay comentarios: