lunes, 1 de octubre de 2007

Momentos Kodak

Oliendo aromas


Ros probando temperaturas

Sonriendo

Shara y Rosiland Jarabacoa


En los momento más oportunos de tirar una foto, de captar una imagen, y guardarla para que otros se fijen, en lo bonito que fue, y disfruten de la sensación, no hay cámaras, al menos que lo hayamos programado con antelación, y creemos las imágenes, para grabar en la cinta, y se sienta real, vivido.

Ahora, para que las captemos, será mejor guardarlas en un libro, y contener su aroma, para olerlas después, de pasadas las 5:00 cuando vamos sintiendo que la noche nos quiere ver solos.

Carlin me cuenta sus imágenes por emails, bastante útiles. Un profesor de matemáticas sordo, un muchacho besando su flauta (y con mucha pasión, según me escribió), a lo que hemos llegado por la música…

Entre otras he visto a un hombre sonriéndole a la computadora (Hemos conseguido sonreírle a maquinas que no devuelven), a un niño sacándose los mocos, después no se que hizo con ellos, a un hombre solo mirando al suelo (Les aseguro que había muchas estrellas), a una mujer llena de repelente, rodeada de mosquitos (A todos nos gusta lo que no podemos tener), a unos sordomudos besándose (todavía quedan relaciones de gestos), a una vieja sonriendo sola (¿quedaran travesuras por hacer?).

Entre Carlin y yo, está el océano atlántico, el golfo de México, parte de Estados Unidos, Miami, Washington, Philadelphia, New York, Boston, e imágenes, bastantes por cierto, que nos hacen volver al papel y sonreír a la computadora, sin pensar que las maquinas no sienten.

1 comentario:

rAnita nOe dijo...

no hay mejor cámara que nuestros ojos ni mejores fotos que nuestros recuerdos..
saludos.