martes, 30 de octubre de 2007

La cocina




No sé cocinar, ya sé te lo he dicho, y sé que aunque mi esposo coma platos, ya que fregar sí sé, y colocar la mesa, entonces, me querrá por otras cosas, talvez por el ambiente, que forme. No insistas, tampoco quiero aprender a cocinar, eso se lo dejo a los artitas del almuerzo, a los detallistas en que quede todo en su punto y no en la coma, sí, sé que esto es algo extraño, porque en realidad lo que queremos es que nos llamen a comer no al punto. Pero ellos sabrán. No me interesa Shara la cocina, solo para comer, eso lo disfruto, y talvez me haga falta algún día aprender, pero si aprendo no querrás comer de mis manos, ya imaginarás mis espaguetis color azul, porque querré obtener un sabor diferente, artístico. Mi carne colorida, no asada, ni dorada, ni frita, que pena lo que hacen con los pollos!, talvez inventaría un arroz con bolitas de chicle, y así sucesivamente, entonces comprenderás, y volverás a pedirme que vuelva a los platos, y que punto (coma) de ti, y yo, volveré a ser feliz.
Bren


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