Instrucciones para reír.
“Les he dicho todas estas cosas para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea completa”. Juan 15,11
Ensámblese, amóldese al otro, busque un ambiente sano, si quiere reír con gusto y sin sabores agridulces en el alma. Para el ambiente saludable recomiendo un grupo de amigos, el parque, la calle, heladería, la OMSA, el carro de la familia, un aire de colores variados. Si usted es un tipo un poco solitario, y no le gusta la cercanía humana, le aconsejo una búsqueda de algún recuerdo, de esas travesuras que hacemos dándonos cuenta, una señal, pero sino le gusta mucho la imaginación pues le recomiendo releer la segunda oración, donde podrá notar, el parque, buen lugar para observar momentos ajenos, y hacerlos como suyos.
Note que para reír se puede estar parado, sentado, con la cabeza baja, en fin cualquier posición absurda o “surda” que sea de su complacencia. Antes necesitará haber hecho ejercicios diarios, como sonreír (mueca donde la boca tiene un papel principal, de ensanchamiento, muestra de dientes o mona Lisa, involuntario o voluntario. Resultados obtenidos: satisfacción humana) al portero del colegio, universidad o trabajo, a la mujer de verde en el ascensor, al amigo que veamos, la familia que volveremos a ver, a la secretaria nueva, a la cobradora del supermercado, al vecino que no me agrada. Podrá también sonreír al computador, al teléfono, a la televisión, libros, cualquier tipo de medios. Toda esta clase de ejercicios necesitaran ser previos a la risa, a veces se nos escapará ésta entre las sonrisas que demos en el día.
Después todo dependerá del querer y el buen humor que tendremos después de los ejercicios previos. Atrévase, acóplese a el humor ajeno, comenzara por la sonrisa, después vendrá un carcajada completamente original, artística, con estilo personal, luego un dolorcito en la panza, y al final ojos humedecidos.
Advertencias: asegúrese de no estar lleno de líquidos cuando comience la risa, tendrá algunos percances, aunque esta permitido probar.
“Les he dicho todas estas cosas para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea completa”. Juan 15,11
Ensámblese, amóldese al otro, busque un ambiente sano, si quiere reír con gusto y sin sabores agridulces en el alma. Para el ambiente saludable recomiendo un grupo de amigos, el parque, la calle, heladería, la OMSA, el carro de la familia, un aire de colores variados. Si usted es un tipo un poco solitario, y no le gusta la cercanía humana, le aconsejo una búsqueda de algún recuerdo, de esas travesuras que hacemos dándonos cuenta, una señal, pero sino le gusta mucho la imaginación pues le recomiendo releer la segunda oración, donde podrá notar, el parque, buen lugar para observar momentos ajenos, y hacerlos como suyos.
Note que para reír se puede estar parado, sentado, con la cabeza baja, en fin cualquier posición absurda o “surda” que sea de su complacencia. Antes necesitará haber hecho ejercicios diarios, como sonreír (mueca donde la boca tiene un papel principal, de ensanchamiento, muestra de dientes o mona Lisa, involuntario o voluntario. Resultados obtenidos: satisfacción humana) al portero del colegio, universidad o trabajo, a la mujer de verde en el ascensor, al amigo que veamos, la familia que volveremos a ver, a la secretaria nueva, a la cobradora del supermercado, al vecino que no me agrada. Podrá también sonreír al computador, al teléfono, a la televisión, libros, cualquier tipo de medios. Toda esta clase de ejercicios necesitaran ser previos a la risa, a veces se nos escapará ésta entre las sonrisas que demos en el día.
Después todo dependerá del querer y el buen humor que tendremos después de los ejercicios previos. Atrévase, acóplese a el humor ajeno, comenzara por la sonrisa, después vendrá un carcajada completamente original, artística, con estilo personal, luego un dolorcito en la panza, y al final ojos humedecidos.
Advertencias: asegúrese de no estar lleno de líquidos cuando comience la risa, tendrá algunos percances, aunque esta permitido probar.
Brenda
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