sábado, 15 de septiembre de 2007


Instrucciones para orar.


Necesitará un lugar tranquilo, donde quepa usted y la palabra de Dios. Después olvídese de usted mismo, que no lo contagien las cosas de afuera, sea simple, sencillo, cálido, paciente, déjese llevar por el amor del Espíritu Santo.
Tendrá que ser creativo y humano, busque formas de acercamiento, la música, la Biblia, podrá decorar la habitación de frases bíblicas, en fin un toque personal, que llegue. Si tiene pánico a la soledad, no se preocupe confíe, y repítase “yo no estoy solo, el padre esta conmigo”. Recuerde que él espera paciente tu llamado: “Mira que toco a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta cenaré con él y él conmigo” Ap. 3:20.
No es condición primordial saberse las oraciones, sino más bien querer. Cuando quiera, estará cerca del éxito, porque Él solo esta esperando que le abras tu corazón.
No es necesario diccionarios, leer mucho, vestirse de fiesta, ir al centro de belleza, cortarse el pelo, maquillaje, total, infinidad de cosas que hacemos para el mundo. Al contrario deberá vestirse de la manera más cómoda posible.
Descubrirá entonces en su habitación o cuarto de baño, sala, comedor, carro, monte, tirado en la grama, en fin espacio o momento dedicado a Dios y a usted, la voluntad del él para contigo.
No espere estrellas de colores que bajen a saludarlo, una luz que lo ilumine desde arriba, alguna aparición o acto impresionante, al contrario sepa que Dios es humilde y le gustan las cosas sencillas, una caricia tierna, un roce del aire, un lavado de alma, y todo tipo de cosas que por más comunes que las vea exigen amor.
Desarrolle una postura cómoda para hablar con Dios, puede ser sentado, de rodillas, o acostado (Procure no dormirse), háblele como a un amigo, el más genial de todos, relájese. Sea constante.
Después sus días cambiaran, se sentirá liviano, seguro de sí mismo y protegido.
Sobre todo recuerde que para Él tú eres su amigo favorito.


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