Ella se
reía de todo,
él era
serio
antes acostumbraba
a hacerlo
pero se
le olvidó
como a
quién se le olvida
el
viejo número de teléfono
tantas
veces marcado
ella
era fuera de serie
se-ríe
constantemente
con el
brillante sol
con el
beso mojado de un pequeño
con el
azul del mar
dibujado
en los ojos del anciano
con la
sonrisa del piano
del
aroma del dulce de batata con coco
que
hace
una
abuela diabética
con el inesperado encuentro de dos amigos
en la
estación del tren
(tenían
ese día tanto que contarse
que el
estrepitoso sonido de los rieles
los
hizo comunicarse en mímicas
que
cómico (ella pensó))
de la
melodía distinta que secretea cada alma
del
sonido que produce el sorbete y el niño
cuando
solo quedan restos de su malteada
ella
se reía de la carcajada auténtica
de un
muchacho pasado 10 minutos
después
de un chiste
de la
sonrisa que esparce otras
ella
se ríe
entonces
un día de la nada
decidió
decirle a él
no
debes tomarte las cosas tan en se-rió…
puf! Le
tiró un bizcocho con suspiro en la cara!
él se
paró enojado…
ella se
revolcaba de la risa
mirándolo
él,
furioso,
(no sé
realmente
si con
la cara roja o no,
ya que
el suspiro
cubría
todo su rostro)
se
levantó
frunció
el ceño
abrió
la boca para reprocharle
y de
repente
un
pedacito de suspiro
cayó en
su paladar
se
sorprendió
su
mirada fue diferente
y de
repente
le
sonrió!
fue tan
grande su sonrisa
que ni
se veía entre el suspiro blanco
ella y
él
son
buenos amigos
ahora aún
más
y cuando
él
decide un
día
volverse
el serio
ella le
guarda
un pedazo
de bizcocho
y en la
nevera
él lo
descubre
y se-ríe
andan juntos
son
unos
amigos
fuera de
se-ríe
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