sábado, 16 de agosto de 2008

lA OtrA mItAd



Gracias Señor por dejarme verte en todas partes.
Muchas personas tienen muchos dones, por ejemplo, algunas tienen el don de ver lo malo en las personas, le llaman “los espíritus Malignos” tú Señor que eres bueno, me has hecho verte a ti en todas partes. A lo mejor, por el que delirio. Es un don maravilloso, verte en una goma de borrar, en un estuche, en el chicle que he tirado a la basura, en un estante, en las calles del mundo y en cada persona y su singular estilo.
Tenemos tanto miedo, tantas cohibiciones, recuerdo, que esperaba el tren sola, en una estación de Nueva York, y de repente vi a un muchacho que me miraba mucho, comenzó la duda, el miedo por dentro, el mal pensar, sobre todo que este muchacho vestía medio “raro” me hizo llevar mi imaginación más allá. De repente, se me acerca, y me pregunta “hablas español?” una sonrisa me sobrecogió, y te sentí Papito, de una manera increíble, te sentí perdido, buscando a alguien con quien conversar, y mi corazón se abrió a Jorge, el cual no me pareció tan “raro” sino todo lo contrario, encantador, me comentó que era su primera vez en tren, entre una charla confianzuda y cariñosa.
Tenemos tanto miedo de abrirnos a Dios, pienso que abriéndonos al mundo, nos abrimos más a el, y viceversa. Existirán personas, extrañas para nuestros gustos, muy saladas, talvez fuera de sal, algunas agridulces, otras artificiales, pero siempre, es divertido probar, equivocarse, perderse, y encontrarnos después cara a cara contigo.

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